viernes, 29 de mayo de 2015

¿Qué más puede pasar? Segundo round

Y eso hicimos, acudir a la consulta que teníamos con el doctor C aquella misma tarde del 27 de abril.

No fui ilusionada, no fui con ganas, no me podía quitar de la cabeza el dichoso numerito de mi antimulleriana, 0.06, era como si lo tuviese tatuado en mi mente, en mi corazón. Y mi cabeza no paraba de repetirme: ovodonación, ovodonación, ovodonación... como si quisiera decirme que esa sería mi única opción para ser madre ¡para ya, por favor que me haces daño! Hoy en día no lo veo igual, ni mucho menos, pero después de tantos golpes que llevábamos y tan rápidos el concepto de la ovodonación se me clavaba en el alma como si fuesen puñales recién afilados. Y dolía mucho.

Después de las palabras telefónicas del doctor C a mi Indio: "esto está peor de lo que yo pensaba", yo creía que él también se pondría a hablarnos de la ovodonación pero, para mi sorpresa, y después de volvernos a repetir lo chungo que lo ponía todo mi analítica hormonal, empezó a abrirnos expediente tomándonos datos y demás, sólo se interrumpió para decirnos "porque me habéis dicho que lo queréis intentar", como intentando ver que seguíamos dispuestos. Mi Indio se aferraba a las palabras "no, imposible no es" como a la vida misma.

Nos explicó cosas acerca del tratamiento, en qué consistía, los primeros pasos, etc. Le dije que estaba tomando ácido fólico pero que en aquellos momentos se suponía que estaba descansando y me dio un par de cajas de muestra de "Seidivid", que aparte de llevar ácido fólico también lleva inositol. Empecé a tomar esos sobres aquella misma noche.

También nos explicó que tendría que hacerme una prueba rutinaria antes de empezar para ver la permeabilidad de mi canal uterino, o lo que es lo mismo, comprobar si hay paso desde mi vagina a mi útero. Se tienen que asegurar antes de que llegue el día de hacerte la transferencia embrionaria sino imaginaos el caos que se podría montar.
¿Tienes la vejiga llena? Ala pues pasa para adentro y... ¡joer! ¿¡ya!? ¡Pero si estoy con la regla! y así acabé otra vez despatarragá en un potro de esos.
Aclaraciones: lo de la vejiga llena es porque digamos, que es porque ésta hace presión y el útero se queda más en línea, con menos curva y con lo cual, con el acceso más fácil. Y lo de la regla también mejor, ya que cuando estas con la susodicha tienes los bajos más dilatados.

El doctor la llamó "prueba de la cánula" y consistía en introducirme vaginalmente una cánula de silicona para ver si había paso y observarlo con la cámara. Pues vaya, sí que podía pasar algo más. El buen hombre por más que lo intentaba no encontraba paso, tenía un stop a unos dos centímetros. Vi como la cara de mi Indio cambiaba de color, como se rompía otro poco más.
Nos dijo que cambiaría a una cánula todavía de menos grosor a ver si había suerte y nada. Yo empecé a marearme del intenso dolor y la incomodidad de que te estén "trasteando" los bajos, me quitó la imagen de la pantalla que yo tenía delante (cosa que me daba lo mismo, ya no podía mirar, sólo podía concentrarme en respirar para aliviar aquello). Resultado: nada, que no pasa.
Tras recuperarme del mareo por los dolores nos dijo que debería hacerme una histeroscopia, pero que él no me la haría:
Motivo 1: no me iba a sacar la pasta ya que en el hospital me la podrían hacer.
Motivo 2: su histeroscopio (o máquina de tortura) estaba más anticuado que el del hospital. Cosa que yo intuí como "te voy a hacer un daño que ta cagas".
Nos explicó cómo funcionaba la histeroscopia en el hospital: era otra especie de cánula pero más fina y al mismo tiempo iba introduciendo agua como a presión por el conducto, por lo que si mi obstrucción se debía a una pequeña adherencia, seguramente sería eliminada mediante la misma prueba.

Punto a favor, dos días después, el 29 de abril, tenía que ir al hospital a recoger en la consulta de mi gine E el consentimiento de dirección del hospital para hacerme un cariotipo (analítica de sangre para ver si mi diagnóstico de fallo ovárico precoz era por causas genéticas), analítica que me harían el mismo día también. Así que el doctor C me dio una nota para entregar a mi gine E en la que le decía por qué tenía que hacerme la histero. Otro punto a favor, habían trabajado juntos en ese hospital.

Al salir de la clínica mi Indio no se podía creer que nos siguiesen echando piedras en nuestro camino pero yo, ni frío ni calor, quitando el dolor y la molestia no sentía nada, estaba demasiado bloqueada.

El 29 de abril fui otra vez a la puerta de la consulta de fertilidad del hospital sin cita. Las enfermeras ya me saludaban con confianza y me llamaban por mi nombre jijiji, una de ellas me dijo que en seguida me sacaba mis papeles para entregar en ventanilla para la extracción de sangre y le dije que traía una nota para el doctor, Se la dí y me hizo esperar "no te vayas que en acabar con la pareja que hay dentro entras tú". Pues para darme cita para la dichosa prueba, pensé.
Cuando entré mi gine E se puso a leer la nota y a hablar en voz alta consigo mismo, sólo pude pillar: "es que yo mañana ya no estoy aquí que me tocan consultas en Orihuela" "voy a ver si estará tal día tal persona"... Me preguntó si me habían sacado sangre ya a lo que le contesté que todavía no. Me dijo que fuese a que me sacasen y que volviese otra vez allí en acabar. Y eso hice. Otra vez en la puerta de su consulta, sale la enfermera y me dice que me está esperando arriba. ¿Arriba para qué? Arriba, en planta para hacerte la histero. Le dijo a una doctora que iba para la misma zona que yo que si me podía acompañar (la reconocí, era la que esperaba que en un año volviese a consulta a decirle que estaba embarazada). Yo calladita la seguí, me indicó dónde debía esperar y que saldrían a llamarme.

Llamé corriendo a mi Indio y le puse al día. Acordamos que se quedaría en el trabajo ya que no creíamos que llegase a tiempo y que lo llamaría en salir.
Al cabo de un rato salió a llamarme mi querido gine E, entré a una salita. a parte de mi gine había otra chica con él, le dijo que yo era paciente del doctor C y la chica lo ensalzó en halagos. Les dije que estaba casi al final de la regla y me dijeron que eso era estupendo (claro para ti, porque oiga si no da gusto que te estén trajinando por los bajos imagínate con el plus de la regla).
La odisea sólo duró unos 10-15 minutos, era muy muy molesta y dolorosa aunque no tanto como la otra vez. Costó un poco pero todo fue bien. Mi gine E escribió una nota para mi gine C explicando el resultado. El doctor me deseo suerte, me volvió a decir que allí estaba en lo que pudiese ayudar, me dio un abrazo y así se despidió de mí.

Salí del hospital con unos andares un poco raros y es que iba soltando todo el agua que me habían introducido. Dolorida llamé a mi Indio y le conté todo, le dije que me tumbaría un rato en el coche y si no me encontraba bien le llamaría para que fuese a por mí.
Me encontraba medio bien pero de repente creí que no llegaría hasta mi coche, los dolores se hicieron más agudos, dolor de ovarios, dolor de riñones, mareos, ganas de vomitar, ganas de ir al baño a evacuar por todos los sitios evacuables... menos mal que sólo duró unos diez minutos. Me recosté en el asiento de mi coche, me recompuse y pude llegar a casa sana y salva.
Yo fui sola por casualidad pero, si vuelve a haber una próxima vez no se me volverá a ocurrir.

La charla que tuvimos aquella tarde cuando mi Indio llegó a casa es de las que jamás olvidaré. Él estaba muy triste y decaído y es que, en dos semanas nos había cambiado la vida de una manera increíble. Nos dieron un gran palo con las primeras noticias acerca de mi infertilidad pero nos terminaron de machacar con los resultados de mis hormonas. Pero no sólo era eso, él estaba sufriendo por como estaba yo, por como me veía.
Y es que, después de las primeras noticias, él no hizo más que animarme, mimarme y amarme. Me decía que lo teníamos que llorar para conseguir ponernos fuertes y coger al toro por los cuernos, para poder empezar a gastar nuestros cartuchos, él intentó impregnarme de optimismo y sé que es porque así lo sentía. Y me hizo sentirme destrozada pero FUERTE para empezar a luchar.
Pero al llegar la segunda tanda de malas noticias se sintió culpable porque pensó que al haberme animado, al haberme hecho levantarme del suelo la caída había sido peor.
A lo que no me cansé de repetirle que él era culpable de que yo no llegase a tocar fondo del todo: si estoy en el suelo y no me llegas a levantar para que me vuelva a caer ¿de dónde me hubiese caído?¿a dónde hubiese caído? Todo habría sido peor amor.
Me dijo que esta vez me daría más tiempo para recuperarme pero, que nos teníamos que recuperar. Me dijo que esta vez no sería tan "flower power" pero me pidió que luchara una vez.
LUCHA UNA VEZ, por ti, por nosotros, por nuestro futuro.
Claro que estaba hundida pero no, no estaba dispuesta a luchar una vez, no una sola vez.
Lucharíamos una vez tras otra, no me pidas que me ilusione pero vamos a luchar.

Eso fue lo que les transmití a mis seres queridos y es que no quería las típicas frases de esperanza, los ya verás como todo llega, ya verás como sale bien, mira lanosequién, paciencia, hay otras opciones, etc. No necesitaba (NO NECESITO) absurdos comentarios de ánimo ni soluciones que a mí no me valían, solo necesitaba (NECESITO) que me acompañasen,, que me dijesen "vaya putada" y llorasen conmigo. Todo lo demás hacía desatar mi ira y me frustraba.

"LO IMPOSIBLE SOLO TARDA UN POCO MAS EN LLEGAR"



miércoles, 27 de mayo de 2015

Parches de Testosterona y hormona DHEA

Aunque mi vida virtual no ha pillado todavía a mi vida real, adelanto esta entrada sobre una parte del tratamiento para FIV que estoy siguiendo, ya que debido a un comentario que hice en Twitter he visto que su uso no está tan extendido como creía y ha generado dudas y curiosidades.
Y como lo prometido es deuda aquí expondré la información que yo tenía al respecto y me hizo proponerle a mi gine que lo incluyese en mi tratamiento.

Hormona DHEA (dehidroepiandrosterona), también llamada la hormona anti-envejecimiento.
Es una hormona andrógena, es decir, una hormona masculina, pero es esencial también en la sexualidad de la mujer y va disminuyendo con la edad.
Deciros, que en España no está comercializada la hormona DHEA (he leído que hay gente que la consigue en Andorra, dato que me confirmó mi ginecólogo). Por lo que aquí se suele sustituir por los parches transdérmicos de testosterona, ya que los dos son andrógenos.

Los países que la usan y han realizado estudios son Estados Unidos y Australia, por ejemplo.

Un ejemplo de una investigación: 
Centro de Reproducción Humana (CRH) de Nueva York:
Los investigadores del CRH han utilizado esta hormona durante años con bastante éxito en mujeres con baja reserva ovárica, viendo que el suplemento con DHEA presenta efectos beneficiosos bastante notables, que pueden ser resumidos como un rejuvenecimiento en la función ovárica:
- Mejora en la calidad de los ovocitos y embriones.
- Aumento del número de embriones para la transferencia.
- Aumento del número de embriones euploides (cromosómicamente normales).
- Acorta el tiempo de conseguir el embarazo en los tratamientos de fertilidad.
- Aumenta el número de embarazos espontáneos.
- Aumento del porcentaje de embarazo en los tratamientos de fertilidad.
- Disminución del porcentaje de aborto espontáneo reduciendo probablemente las anormalidades cromosómicas en los embriones.

Hasta el momento, se encontró que la DHEA no sólo aumenta el número y la calidad de óvulos disponibles para la fertilización, sino que también acorta el tiempo necesario para el tratamiento de fertilidad y aumenta las probabilidades de una concepción espontánea.

Testosterona.
El empleo de andrógenos en las fases precoces de la estimulación ovárica tendría su base fisiológica en la impregnación del ovario por los andrógenos, como precursores de estrógenos, que sensibilizarían los receptores foliculares, fundamentalmente FSH, para de esta forma favorecer el crecimiento y desarrollo de un mayor número de folículos en bajas respondedoras.

Parches de Testosterona.
Para qué sirven en FIV: para la obtención de un mayor número de folículos en mujeres con baja respuesta ovárica. No es seguro 100% pero sí se conocen casos que han doblado el resultado de anteriores FIV.
Comercialización: parches transdérmicos TESTOPATCH 2,4 mg/24 h.

Artículos relacionados:
http://blog.biogest.es/index.php/la-baja-respuesta-ovarica-tiene-tratamiento-y-esperanza/
http://fivmadrid.es/las-mujeres-con-baja-respuesta-la-estimulacion-ovarica-merecen-que-investiguemos-y-trabajemos-para-lograr-su-embarazo/
http://www.procrearte.com/dhea
http://www.evafertilityclinics.es/novedades-fecundacion-in-vitro/la-testosterona-mejora-la-tasa-de-embarazo-en-una-fiv/

Este es de lo más reciente y del estudio que nos habló mi ginecólogo.
http://www.gacetamedica.com/noticias-medicina/2014-07-04/especializada/testosterona-una-baza-en-casos-de-baja-respuesta-a-estimulacion-ovarica/pagina.aspx?idart=848717
Foros IVI

Sé que no es mucha la información que os puedo aportar pero por lo menos sabemos que podrían existir algunas alternativas más. Por eso yo no lo dudé y se lo comenté a mi médico. Él me dijo lo mismo, que no había nada concluyente pero que había casos en los que parecía que sí que funcionaba, incluso nos mostró diferentes estudios y artículos sobre el tema que él estaba estudiando y no dudó en incluir los parches de testosterona (Testopatch) a mi tratamiento cuando yo le pregunté sobre la DHEA y los parches de testosterona.

Y yo pues pensé en los casos positivos que había leído, pensé en que íbamos a por todas aunque esto me hiciese convertirme un poco en cobaya y también pensé que, si en otros países su uso estaba más extendido y aquí en el hopital de La Fe por ejemplo, no paran de realizar estudios sobre esta materia, sería porque algo tendrá que ver ¿no?

Espero que os sirva de algo ;) aunque sea para curiosear con vuestros gines!

Si alguien tiene mejor información que aportar bienvenida sea.





lunes, 25 de mayo de 2015

¿Qué más puede pasar?

El 27 de abril volvimos al hospital, el gine E nos esperaba sin cita ni nada. Bueno más bien lo esperamos nosotros a él porque llegamos tan temprano que no habían llegado a currar ni las enfermeras.
Después de pasar aquella semana en la que nos habían "desahuciado", el Indio y yo teníamos claro que iríamos por lo privado, no podíamos esperar 20 meses al hospital de La Fe ¡qué me quedo sin óvulos!
Ese día fuimos para entregarle un informe al gine E que no le llevamos la vez anterior, una prueba genética que me tuve que hacer en 2013 por otras cuestiones. Así el doctor sabría si me tendría que mandar hacerme un cariotipo.
Pero nosotros también fuimos a que nos aconsejase a qué clínicas privadas podríamos acudir, sólo conocía por nuestra zona una clínica de reproducción asistida regida por un ginecólogo muy querido por aquí y que había sido el gine de una amiga mía.
Y nuestro doctor E, al pedirle recomendación nos dijo: "quitando las famosas IVI, Bernabeu y tal, que las puede encontrar todo el mundo por internet ya que hacen mucha publicidad, yo os recomiendo que vayáis a ver al doctor C" (sentí un gran alivio al oír su nombre). Nos dijo que él confiaba totalmente en el doctor C, que era una gran persona y que no trataría de sacarnos ni un sólo euro porque sí. Además nos confesó que le había dicho en varias ocasiones al doctor C que subiese un poco sus precios para los tratamientos de fertilidad, por aquello que pensamos muchas veces en que cuánto más caro mejor. Nos felicitó por nuestras ganas de luchar y... SALIMOS DE ALLÍ OTRA VEZ SIN INFORMES NI RESULTADOS!! Increíble pero cierto.
Yo que llevaba tan empollado el tema de las hormonas...

Bueno pues nada, nada más cruzar la puerta de salida del hospital con nuestros respectivos bajones, mi Indio me soltó: "¿Sabes dónde vamos ahora?" y allá que fuimos para la clínica privada...
Le contamos el caso, nos atendió muy amablemente aunque ese día no pasaba consultas, pero...¡¡¿qué iba a hacer aquel hombre sin resultados ni nada?!!
Un poco cómico pero sí, volvimos al hospital. Las enfermeras y el médico fliparon pero yo más, quise pensar que no nos había dado los informes porque en el fondo le daba un poco de pena o, según el Indio, es humano y tiene que ser difícil dar ese tipo de noticias.
Yo, que era una recién estrenada "experta en temas hormonales", al salir de allí miré mi analítica ansiosamente y decía:
Estradiol 43 pg/mL
FSH 23,1 UI/L
LH 8,5 UI/L
ANTIMULLERIANA 0,06 
Folículos antrales 2 y 3

Yo tenía grabada a fuego en mi mente una nota que cogí cuando buscaba información por internet: "antimulleriana de 0,7 a 0,75 se puede intentar". No quise sacar conclusiones porque, ¿y si mi 0,06 era en otro tipo de medida que al cambio era 0,6? tampoco estaba tan alejado del rango que yo sabía. O quizás fue un mecanismo de defensa.

Inmediatamente después volvimos otra vez a la clínica privada del doctor C. No estaba, su secretaria hizo copia de todo lo que llevábamos, se lo haría llegar y el doctor nos llamaría en cuanto le fuese posible.
A medio día, acabando de comer con la family sonó mi teléfono. El Indio lo tenía más cerca y lo atendió él, al volverse a sentar a mi lado sólo me dijo "esta tarde a las 18:30 tenemos cita".
Acabamos de comer y nos fuimos a nuestra casa, allí me contó lo que el gine C le dijo:

C: esto está bastante peor de lo que me esperaba.

Indio: pero se puede intentar, no es imposible ¿no?

C: pero será muy difícil... está peor de lo que imaginaba.

Indio: si se puede intentar, nosotros lo vamos a intentar.

Nos volvimos a derrumbar y esta vez fue peor, mucho peor. Me quedó claro que mi 0,06 no estaba equivocado, me quedó claro cuál era el dato que el médico del hospital falsificaría sin remordimientos, me quedó claro que lo quería hacer para que por lo menos nos quisiesen atender en La Fe, que no era nada positivo, me quedó claro que todo esto nos dejaba fuera de aquello de "antimulleriana de 0,7 a 0,75 se puede intentar"

Nosotros, que estábamos dispuestos a quemar todos nuestros cartuchos nos sentíamos como si nos hubiesen dejado sin un sólo cartucho.

Mi Indio me dijo que volveríamos a la tarde a la clínica, que no nos podíamos parar, nada nos iba a parar. "Total, ¿qué más nos puede pasar?"



#infertilpandy

Como ya sabéis, mi tremenda necesidad de encontrar información por internet me hizo dar con diferentes foros acerca de la infertilidad y con algo más valioso para mí, con blogs de personas que estaban o habían pasado lo mismo que se nos venía encima a nosotros.
Leía cientos de entradas aleatoriamente hasta que un día, encontré un blog que parecía que en muchas ocasiones hablaba de mí. No me pude despegar del PC hasta que lo leí entero, hasta que lloré de emoción al descubrir que esa chica, a la que no conocía de nada, había conseguido su embarazo. Entonces fue cuando le escribí un largo e-mail contándole un poco mi historia y cómo me sentía. Encontré en ella una persona dispuesta a ayudar en todo lo posible, dispuesta a resolver todo lo que podía y dispuesta a dar ánimos y fuerza para afrontar este camino.
Gracias Clara!!!!

Ella nombraba muchas veces en sus post a la #infertilpandy e incluso lucía orgullosa en su página un icono que decía "pertenezco a la infertilipandy". Icono que veía en numerosos blogs de los que me había vuelto una adicta.

Este fin de semana decidí hacerme una cuenta de Twitter para descubrir el mundo de la #infertilpandy. Mundo al que me ayudó unirme @EDproyecto, porque yo no tenía ni idea de cómo funcionaba. Gracias guapa ;)
Y en el que encontré una acogida instantánea, cálida y prometedora. Y del que sacaré mucho provecho en cuanto sepa manejarlo!! jijiji.

Y...¿Qué es la #infertilpandy?

Pues es una especie de grupo en Twitter, como una red nacional de infértiles que no cesan de luchar y que se apoyan las unas a las otras. Un lugar dónde compartir las inquietudes, los miedos, las esperanzas, las experiencias...un lugar en dónde no te sientes sola en este camino.
Y hoy, puedo decir orgullosamente que pertenezco a la famosa #infertilpandy!!!!
Gracias de corazón a tod@s!!!!






domingo, 24 de mayo de 2015

Aquella semana en la que me desahuciaron.

Así es como me sentí, desahuciada. ¿Por qué? Pues porque mi cuerpo está preparado para gestar y dar a luz, porque estoy programada para tener hijos, porque llevaba tiempo deseando tenerlos...y sentía que me quitaban un derecho para el que estaba hecha, sentía que me lo habían quitado todo.

Aquella fue (es y será) una semana muy difícil, tenía una profunda e increíble sensación de pérdida. En ocasiones quería dejar de pensar, que mi cabeza dejase de dar vueltas en torno al tema, pero era imposible, hasta durmiendo pensaba inconscientemente. Llegué a pensar que me volvería loca.
Mi cuerpo empezó a somatizar todo ese dolor que sentía, me sentía extremadamente cansada, me dolía la cabeza, las cervicales, me mareaba y sólo quería dormir, sobre todo los tres primeros días. Y eso en el plano físico, el emocional era mucho más complicado. Te caes y te medio levantas y a los cinco minutos te vuelves a caer otra vez. Pedí a mis seres queridos que no intentases animarme diciéndonos que todo se arreglaría, que saldría bien. NO no quería eso, no necesitaba eso, necesitaba llorar esa especie de luto en la que me sentía.

Yo no estoy trabajando, así que tenía todo el tiempo del mundo para intentar comprender qué me pasaba, para intentar ponerme sobre la mesa todas aquellas emociones. Habrá gente a la que no le viene bien estar así todo el día en casa pero yo lo necesitaba y no lo llegaba a concebir de otra manera.
Cuando el Indio llegaba de trabajar o pasaba por casa a media mañana para ver cómo estaba, era cuando todas aquellas emociones, miedos y dudas afloraban más todavía. Por las tardes, al llegar a casa, siempre nos sentábamos a hablar de cómo nos sentíamos, era cuando los dos podíamos reventar y llorarlo juntos. Teníamos que ponernos fuertes para afrontar la que nos venía encima pero, para eso, primero hay que sacarlo de adentro, masticarlo y escupirlo.

Empecé a buscar información en internet sobre el fallo ovárico, la reserva ovárica, los tratamientos, etc. Cuando supe de qué trataba entonces seguí, buscaba estudios, buscaba en foros y leía información también en blogs. Necesitaba tener el tema todo lo controlado que pudiese y sobre todo necesitaba leer sobre casos parecidos al mío que acababan en positivo, con un embarazo luchado.
Encontré que hay toda una familia de gente en la red, que se apoyan las unas a las otras, se dan ánimos, se resuelven las dudas...y sobre todo hacía que se sintiesen entendidas y acompañadas. Decidí contactar por correo con algunas usuarias de foros y conseguí un alto índice de respuestas, pero lo más importante encontré mucho ánimo. Gente que no me conocía de nada pero tenía una capacidad increíble de empatizar, gente que sabía cómo es el principio de todo esto.
MIL GRACIAS A TODAS
Cada tarde, cuando llegaba mi Indio, nos contábamos historias que habíamos leído y tenían un final feliz. Aunque todavía era pronto y siempre acabábamos igual, desahuciados.

Y tienes tus ratos de todo:
Vale, he hecho cosas en esta vida de las que no me siento especialmente orgullosa pero, tampoco soy mala persona ni tan hija de puta para que me pase esto a mí.
Te enfadas con tu propio cuerpo por hacerte esta jugada, aunque llegas a perdonarlo (cosa que para mí es muy importante).
Le das vueltas a aquello que te dijo el gine E "falsificaré éste dato para La Fe", piensas en que igual te lo dijo porque lo tiene que poner más negativo para que te cojan el informe, Aunque el Indio pensaba eso más que yo.
Intentas consolarte repitiéndote que ya te habían advertido que no lo tendríamos fácil pero, aquello lo dijeron por la endometriosis entonces, ¿qué pasaba ahora?
Piensas una y mil veces en el tema de la "ovodonación", y he de confesar que hacía mucho daño.
Te plateas también el tema adopción pero recuerdas que tu querías tener dos hijos y ¿por qué no? el tercero adoptado. Pero qué difícil ponen el tema de adoptar. Yo quiero estar embarazada, sentirlo, vivirlo, me he sentido orgullosa de ser mujer por poder vivir esa experiencia, y ahora ¿podré algún día?
Buscas información sobre todo lo que se te ocurre que te podría ayudar: homeopatía, osteopatía, acupuntura, alimentación, etc. Algo que puedas hacer para mejorar esa situación. De todo.
Intentas hacerte una experta en cuanto a las dichosas hormonas FSH, LH, Estradiol, Antimulleriana...,tanto, que si te diesen tu analítica en aquel momento, no necesitarías ningún médico para que la interpretase. ¿Cómo será la mía?
Empiezas a prepararte mentalmente, te someterás a una FIV. ¡Joder! ¿pero así sin más? ¿tan directo? ¿qué pasa con los coitos dirigidos? ¿y con las inseminaciones artificiales? Nos mandan directamente a FIV y sin muchas esperanzas. Te vuelves a hundir. Y es que no hay mejor manera de explicarlo, esto es una puñetera MONTAÑA RUSA y no ha hecho más que empezar.

Te planteas (y te asusta), cómo será nuestra vida con todo esto, con este "pequeño contra tiempo". Y te agobia el tiempo, la espera, la desespera.
Me sentía muy cansada y todavía no habíamos comenzado.
Siempre me había dado miedo el no poder tener hijos y ahora ese miedo se hacía realidad. Y es que parece que algo en tu subconsciente te ha querido avisar.

Gracias Indio, sin ti no hubiese posible sobrevivir a todo esto.
Gracias por entender mis sentimientos, por levantarme cuando me caigo, por escuchar y hacer tuyos todos mis miedos y todas mis ilusiones.
Gracias por ser y estar.
Eres lo único positivo que se puede sacar de todo esto, de toda esta historia que nos ha unido todavía más. Te quiero amor.

jueves, 21 de mayo de 2015

A por las consultas en el hospital

Antes de empezar a hablar sobre las consultas de fertilidad en el hospital me gustaría aclarar algo sobre el torrente de emociones y sentimientos descritos en mis anteriores entradas. Y es que me olvidé de sacar algo positivo de todo aquello, cosa de la que me hizo darme cuenta mi Gran Madre con su hermoso comentario "pero tú siempre dices que hay que intentar sacar siempre lo positivo, ¿no?". Y que también le debo a mi Gran Jefe Indio (jau) por tirar siempre de mí, hacerme ver la vida con ojos más bonitos y conseguir hacerme mejor persona.
Y lo positivo que quiero destacar es que no ha sido fácil llegar hasta el punto que nos encontramos ahora (a las puertas de nuestra primera FIV), pero todo este tiempo atrás que hemos deseado ser padres sin conseguirlo, nos ha servido para poder pensar mejor. Poder pensar acerca de la paternidad responsable y consciente, desear todavía más tener un hijo (o varios jeje) porque tenemos mucho que dar a ese Mini-Indio. Poder "cultivarnos" sobre el modelo educativo que nos gustaría proporcionarle. Poder soñarlo.
Y sobre todo, nos ha unido todavía más si cabe como pareja. Cosa que sigue pasando.

Febrero de 2015
Como ya conté, en Diciembre de 2014 nos derivaron a la Unidad de Fertilidad del Hospital Vega Baja. No tardaron mucho, a principios de Febrero de 2015 tuvimos nuestra primera consulta en la cual explicas tu caso, el tiempo que llevas buscando, te hacen preguntas sobre operaciones, enfermedades, alergias, etc. El ginecólogo que nos tocó ( doctor E) nos cayó muy bien, nos daba buena impresión. Además era de nuestra edad y nos hablaba de tu a tu (vamos sin esa frialdad de yo a este lado de la mesa y tu ahí al otro), era bastante cercano y nos vino muy bien. Bueno pues, después de contarle y de que el doctor E nos dijese "pues vamos a ver si encontramos dónde está el problema y si necesitáis una ayudita" me hizo una ecografía vaginal, nos dijo que no creía que mi endometriosis fueses una verdadera endometriosis, otra vez había disminuido de tamaño; también dijo algo acerca de unos folículos pero como si hablase en chino el chico. Nos mandó a mí una analítica completa, la famosa analítica del tercer día del ciclo; y a mi Indio un análisis de sangre general y un seminograma. Nos dio cita para Abril, que desesperante tener que esperar pero bueno, tampoco era mucho.

De allí salí un poco rara, por un lado ya estábamos en el lío, pronto sabríamos qué pasaba por fin. Pero por otro, no sé, como que se hacía más latente que había problemas, una cosa es pensar que puedes tener problemas y otra bastante distinta es verlo venir de frente. Además, si lo que nos iba a causar problemas era mi endometriosis y ahora resultaba que no era lo que desde hacía muchos años nos decían que era, ¿qué era entonces lo que no nos dejaba ser padres?. Indio estaba contento con esa noticia por mi bienestar, pero yo no paraba de formularme esa pregunta.
Pero bien, era un paso más hacia nuestro Mini-Indio.

Decidimos que lo contaríamos a nuestras familias, esto iba para largo y entre otras cosas (no-endometriosis inclusive), para que una de las India-Abuelas dejase de ponerse nerviosa cada vez que el Indio y yo íbamos a su casa en horarios fuera de lo normal para ella, creía que le llevábamos el bombo-notición jijijijiji
También se lo conté a mis chicas de las 3:45, esas que son mi-s hermana-s, así podría gritarlo.

Abril de 2015
Pero poco a poco, antes de ir a consulta...
La espera la llevamos bien, bastante bien. Pero yo empecé a ponerme cada vez más nerviosa a medida que se acercaba el día de consulta, el día en el que nos podían decir cuál era nuestro problema, cuál era la piedra que se había postrado en nuestro camino hacia la paternidad. Y me di cuenta por mi Indio, porque yo no vi que me ponía de mal humor por nada, que estaba irascible, irritable...todo cosas feas, me daba miedo, estaba cagada de miedo.

Y a dos semanas del día D, estando de cafeteo con mis chicas de las 3:45, la única de ellas que quedaba sin niños (sin contarme a mí claro está), me miraba raro, estaba rara y nos anunció su embarazo. Fue muy emocionante porque no nos lo esperábamos ninguna. Lo malo fue llegar a casa, y lo peor cuando mi Indio llegó del trabajo, no pude más y reventé a llorar. Me sentía tan feliz por mi amiga del alma pero tan desdichada al mismo tiempo. Por supuesto que me alegré de la noticia pero, ¿y yo qué? yo llevaba mucho tiempo persiguiendo lo que ella había conseguido a la primera, sin ni siquiera hacerse a la idea. Y encima me miró con pena la pobre. Me vine abajo del todo, me sentía terriblemente mal por envidiar el embarazo de mi amiga, lloraba cada vez que me venía a la mente, y en ese llanto se mezclaba todo: alegría, emoción, nervios acumulados, tristeza, cansancio...
Al día siguiente nos fuimos de escapada los dos solos, ya lo teníamos acordado y ahora me quería ir más que nunca. El camino fue muy silencioso, el nudo que llevaba en la garganta amenazaba con reventar de un momento a otro y mi Indio lo respetó. Una vez habíamos llegado fue cuando lloré y lloré hasta no tener más ganas. Y hablamos de todo, de sentimientos, emociones, temores...
Al regresar pude hablar con mi amiga, no quería ni quiero perdérmelo por nada del mundo!! además, entre una que no se preña y la otra también con sus problemas, como que te empujábamos un poco a probar ya, ¿verdad? Venga ríete que se que lo vas a leer ;) Te chero.

Y por fin llegó el día D, nuestra segunda consulta a Fertilidad, a primera hora de la mañana.
Sinceramente esto es lo que recuerdo que salió por la boca del doctor E: "analítica de Indio bien, seminograma.......bien, todo bien. El problema está contigo India, tus hormonas.......bastante peor de lo que me esperaba tras la ecografía que te hice...........valores muy alterados...........no te voy a decir que es imposible porque luego me llegan casos así y se embarazan............porque con un óvulo bueno es suficiente...............tu expediente lo mando a Valencia a La Fe y si ellos te dicen que no que te lo digan a la cara, porque a mi me la han jugado otras veces y yo lo mando; incluso este número.........lo voy a cambiar por este otro......sin ningún remordimiento. Pero quiero que sepáis que tenéis la opción de la ovodonación, la donación de un óvulo de otra mujer...................." Y aquí ya no me funcionó lo de apretar los dientes e intentar respirar, me derrumbé como nunca antes me había pasado en mi vida. El doctor me dijo que llorase sin problemas, paró de hablar un instante, mi Indio tampoco pudo evitarlo. Y mientras se veía claramente como trocitos de nosotros inundaban el suelo de aquella puta consulta, solo alcanzo a recordar que dijo algo más sobre la donación "la genética sólo sirve para el parecido físico y para la transmisión de enfermedades" "sólo es una célula, tu sangre se mezclará con la suya, crecerá gracias a ti, lo gestarás tú, lo parirás tú y lo amamantarás tú"
Después sólo le pude preguntar que por qué me pasaba aquello, me dijo que no lo sabía y que me iba a mandar otra analítica, un cariotipo, para intentar ver de dónde provenía. Además, como yo ya tenía hecha una prueba genética, el doctor E quiso verla y saber de qué trataba, así que la semana siguiente volveríamos a la misma hora sin cita ni nada.

Al salir de allí no podía pensar ni mucho menos hablar. Mi Indio me ayudó a salir de aquel hospital y me llevó a uno de los sitios que más me gustan de este mundo, a la playa. Una vez allí, lo lloramos, lo hablamos. Él intentó animarme con todas sus fuerzas, sus charlas siempre me habían hecho mucho bien, pero mi mente iba muy muy rápido y no paraba de repetirme "donación de óvulos". Me dijo que me tomase mi tiempo pero que, por favor, no me rindiese, que sólo había sido un "pequeño contratiempo". Y mi Indio sabe que si él me lo dice, yo me lo creo. Wannabi ebo meibi Amore, y mucho.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Los cambios de color

Con esta entrada quiero explicar lo más breve que pueda (difícil tarea) porqué en la entrada de ayer dije que nuestra vida cambió de color.

Al principio pues eso, nos tocó enfocar nuestra vida de otra manera. Como ya dije, no postergaríamos más la búsqueda de un embarazo, empezaríamos ya por si costaba más de la cuenta. Al empezar, supongo que como a todo el mundo, lo haces de una manera mezclada entre ilusión y miedo.

Luego la búsqueda la empiezas a hacer de manera más consciente, relajadamente y disfrutándola, pero más consciente. Vamos, poniendo más puntería como dice uno que yo conozco ;)
Empiezas a tomar ese ácido fólico que te recomiendan que empieces a tomarlo antes de quedarte embarazada (bien por ti, piensas, otras lo toman ya cuando se enteran de que están embarazadas). Sigues afinando la puntería controlando, anotando y aprendiendo a interpretar tu temperatura basal, etc.
Pero tu regla vuelve a aparecer mes tras mes, en nuestro caso sin darnos siquiera una pequeña tregua para poder comprar ni un sólo test de embarazo. Y piensas que el siguiente mes será.

Cuidas tu alimentación e indagas sobre el tema, descubres que prestando atención a señales de tu cuerpo, como al moco cervical, puedes llegar a saber casi exactamente cuándo estás ovulando. A esto, le sumas que llevas contigo un calendario menstrual, que tu ginecóloga te da alguna indicación, que siempre has oído que tienes que mantener las piernas para arriba (estilo cucaracha)... y entonces, de manera casi intuitiva, programas tus relaciones sexuales para que concuerden lo máximo posible con tus "días fértiles". Pero siempre llega a aparecer la indeseable regla. Y piensas, ya quedará menos (o eso quieres pensar).

Mientras tanto, el mundo sigue girando. Las pocas amigas que te quedaban sin niños se quedan embarazadas, las que ya tenían van a por el hermanito. Las conocidas también se preñan como si de una plaga se tratase, las vecinas, las más jóvenes que tú....parece que a todo el mundo le resulta fácil esto de procrear y no quieres, pero te llegas a sentir frustrada.

Tus relaciones sexuales se convierten en deberes obligatorios, a veces sin magia, a veces sin pasión. Aunque pretendas seguir disfrutando igual de esa unión con tu otra mitad, algo te está rompiendo por dentro, te está cambiando a ti sin darte a penas cuenta.
Menos mal que yo tengo a mi Indio que siempre sabe cuándo me tiene que coger la mano más fuerte.

Intentas desconectar, haces viajes, escapadas, te relajas, sales con tus amigos de fiesta y es que, quién no ha oído que cuanto más te obsesionas es peor!!

El día de la llegada de tu regla cada vez se hace más difícil de soportar. ¡Claro que te notas los típicos síndromes premenstruales! pero algo dentro de ti te dice ¿acaso sabes tu cuáles son los síntomas de un embarazo?¿y si ésta vez es que sí?
Pero siempre llega, y llega el momento en que ese día lloras. Cada vez se te hace más doloroso decir "este mes tampoco vas a ser papá", te duele mucho ver en sus ojos como algo se le rompe por dentro pero siempre lo intenta ocultar por y para ti. Pasas un par de días tontos y vuelves a capear el temporal.

Todos tus otros proyectos pasan a un lugar secundario, ya llevas dos años de búsqueda sin resultado y te empiezas a preguntar sobre tu futuro. Tu vida ha cambiado.

Por otro lado, aunque siempre he solido pasar bastante de lo que diga la gente, se te llegan a clavar como puñales las dichosas frases hechas tipo: ¿y tu para cuándo? Se te va a pegar el arroz. Con lo que a ti te gustan los niños. Te vas a quedar para la última...
O las del tipo: relájate, no te quedas porque estás obsesionada. Cuando menos lo pienses cargarás...
Y a ti te gustaría gritar bien fuerte que llevas luchando por ese sueño mucho tiempo pero que por más que quieres, no llega. Y sobre lo de obsesionarse, pues oiga, ¿te vas tú o te mando yo?

martes, 19 de mayo de 2015

Aquel periodo que fue cambiando de color

Aquel periodo de tiempo que empezó con la noticia de que, debido a una endometriosis, nos costaría ser papás.

Aquel periodo en el que empezamos a buscar juguetonamente a nuestro Mini-Indio.

Aquel periodo en el que me hizo ilusión que me indicasen tomar ácido fólico, en el que tuve que aprender a interpretar la temperatura de mi cuerpo, en el que tuve que aprender a observar los cambios en mi cuerpo...

Aquel periodo en el que el calendario de mi nevera empezó a tomar absoluto protagonismo.

Aquel periodo en el que una puñetera aplicación para móviles me decía cuando eran mis días fértiles.

Aquel periodo en el que nos quisieron dictar cuándo teníamos que amarnos para encontrarte.

Aquel periodo, que fue cambiando de color, y no sé de que color era ni a cuál color cambió.
Porque claro está que en esta vida no todo es blanco o es negro, hay muchos colores con los que pintarla. Sólo sé que fue cambiando a un color cada vez más apagado, más desesperanzado, más triste.

Así fue como empezamos a empezar, a empezar de cambiar de color nuestra vida.

lunes, 18 de mayo de 2015

Empezando a empezar...

Siempre he querido ser mamá, incluso tengo que confesar que en una etapa de mi vida me planteé la opción de poder ser madre soltera.
Entonces encontré a la mejor persona del mundo para acompañarme en esta tan deseada aventura, encontré a mi media naranja, a mi compañero de batalla, a mi amor, al padre de mis hijos sin lugar a dudas, a mi Indio.
Siempre he querido ser mamá, quiero hacerte papá, pero hay caminos que se complican, y mucho. Por eso nos toca pelear con uñas y dientes para conseguir nuestro sueño.

Teníamos claro que queríamos ser papás. Cuando nos dieron la noticia de la endometriosis yo estaba estudiando y me quedaba ese curso y otro entero para acabar. Así que nuestro plan era que yo acabase mis estudios, encontrar trabajo y ponernos a la búsqueda. Plan que cambiamos rápidamente, si nos iba a costar pues nos pondríamos ya manos a la obra, aunque me agobiaba pensar en un embarazo en época de exámenes (que ingenua). Pero por otro lado tampoco queríamos que nos pasase como a unos conocidos nuestros, querían tener un hijo pero optaron por esperar a mejorar sus condiciones laborales y tal, con la arrastrante sorpresa de que al cabo de un tiempo, cuando decidieron que no esperaban más, no se quedaban y tuvieron que empezar con los tratamientos de reproducción asistida (desde aquí os mando mucho ánimo y energía positiva).

Y así pasó ese curso.
Y el siguiente también.
Y el proyecto de fin de ciclo.
Y las prácticas.
Y me gradué.
Y nada de nada.


Y así fue como empezamos a empezar:

Al llegar el verano de 2013 pedimos cita con una ginecóloga nueva, la gine M, para tener una segunda opinión acerca de mi quiste y comentarle que pronto empezaríamos con la búsqueda de embarazo. Resumen: revisión completa, la endometriosis es por culpa del DIU.
Le dijimos que empezaríamos a ir también a ginecología de la seguridad social, más que nada porque sabíamos que no empezaban nada hasta que no llevas mínimo un año buscando y así si íbamos ya a decirles que ya estábamos buscando, quedaría constancia de ello si llegase el caso de necesitar ir a fertilidad (cosa que así paso). Precavida que es una, siempre necesito sentir que tengo el control de todo.
Como queríamos dejarlo todo preparado para empezar la búsqueda de nuestro embarazo, paralelamente, ese mismo mes fuimos a un genetista. Tenía que realizarme un carísimo estudio ya que en mi familia podemos ser portadores de una delección genética. Salió bien, pista libre!!! cómo lloramos mi Indio y yo al recibir la llamada telefónica del genetista.

En octubre de ese 2013 tuvimos nuestra primera cita con la gine de la seguridad social: hola muy buenas y poco más. Sólo nos dijo que claramente mi quiste era de endometriosis y... (me acuerdo de ti más de lo que me gustaría) "ya no te doy cita hasta el año que viene, que vendrás para decirme que estás embarazada" Por cierto, me mandó tomar anticonceptivos para tratar las molestias de la endometriosis (se ve que no le quedó muy claro que queríamos empezar a buscar a nuestro bebé), por supuesto no hice nada de lo que me dijo.

Así acabó ese curso escolar y comenzó el siguiente, sin llevar precauciones pero sin darle más importancia. Aunque no era el momento que habíamos planeado, si nos quedábamos embarazados sería bienvenido.

En julio de 2014 volvimos a la consulta de la gine M. Ya hacía un año que habíamos ido por lo que tocaba revisión. En la citología me salió una pequeña infección por lo que me pondría unos óvulos ese mes y otra caja en diciembre. Ya queríamos que nuestra búsqueda fuese más en serio, nos aconsejó empezar a tomar Natalbén (ácido fólico), lo tomaría tres meses y descansaría otros tres. Volveríamos a consulta en pasar tres meses.

Y así hicimos sin que nada cambiase, volver en octubre de 2014. En la revisión mi Indio se puso hiper contento, mi quiste casi misteriosamente se había hecho más pequeño. A la gine M no le cuadró mucho, ¡pero que bien sienta una buena noticia oiga! Nos explicó cómo tomarme la temperatura basal y que sin obsesionarnos, hiciésemos los deberes un día sí, un día no. Mi Indio se puso la mar de contento jejeje.
Aplicación del móvil a mano, plantilla sacada de internet, tema temperatura basal empollado de manos del doctor Google, termómetro como utensilio de decoración en mi mesita de noche... y así hice el registro de mis temperaturas durante cuatro ciclos.
Vamos Indio que con esto de saber cuándo ovulo estará chupao.

En octubre de 2014 tendríamos la segunda visita a la seguridad social. Cosa que tuve que retrasar hasta diciembre y es que de vez en cuando los astros se alinean. Por tener que cambiar el día de consulta me metieron en un día "guardado para urgencias y cosas por el estilo", cito textualmente. Y claro, como era de esperar le tocaba ese día a una gine nueva y muy jovencita. La chica me dijo que en la revisión lo veía todo bien, y que como ya había pasado un año nos derivaba a la unidad de fertilidad del hospital. Bueno, bien, punto a favor, aunque sólo oír esas palabras "unidad de fertilidad" algo negro me quería inundar por dentro.
Nos dijeron que no iba a ser fácil ¿no? intentaba convencerme a mí misma y le preguntaba a mi Indio para que me dijese algo, palabras de esas suyas que siempre me convencen y me hacen sentirme a salvo. Era un poco agridulce este sentimiento.






sábado, 16 de mayo de 2015

El comienzo de esta historia...

Finales del año 2012. Me puse un DIU, no me gustaba nada utilizar métodos anticonceptivos a base de hormonas y no me gustan nada los preservativos, así que mi doctora R me planteó esta opción y decidí llevarla a cabo.

Anda que ya me podría haber avisado de que no fuese sola, fueron horribles los dolores, recuerdo que era invierno y al salir de la clínica tuve que estar un rato sentada en un banco con un malestar insoportable y sudando a mares. Cuando llegué a mi coche me tuve que recostar y respirar hondo para intentar reponerme y poder llegar a casa, eterno se me hizo el camino de vuelta. Cuando llegué a casa me tomé un ibuprofeno y me tiré en el sofá. Odié a la doctora R, esto se avisa!!

El caso es que no me iba muy bien con el DIU, muchos dolores durante todo el ciclo agravándose todavía más con la llegada de la regla, manchados intermitentes entre regla y regla, ciclos que se acortaban, etc. Total que al cabo de unos pocos meses volví a la consulta, no podía más y ya no me valía que me dijese que mi cuerpo se estaba acostumbrando y que era normal. La doctora R decidió que lo aconsejable era quitármelo, tenía un quiste endometriósico al lado de un ovario, me dijo que los dolores y malestares que tenía seguramente eran por esa endometriosis que había aparecido de repente y que, según ella, el DIU no había tenido nada que ver.

Demasiada casualidad ¿no?. Los 7 u 8 meses siguientes fueron una auténtica odisea, seguía igual: dolores día sí día también, ciclos super raros (igual eran de 20 que de 35 días), manchados, etc. A parte de todo esto yo estaba estudiando y era una época de mucho estrés. Ya me habían dicho que la endometriosis no era curable y que lo peor de ella era que afectaba a la calidad de vida y que me causaría problemas cuando intentase buscar embarazo.

No volví a ver nunca más a la doctora R, a mi ginecóloga de toda la vida.

Mi Indio y yo nos pusimos a investigar por internet y leímos mucho acerca de la alimentación y la endometriosis, ya que quitando algunos alimentos e introduciendo otros en nuestra dieta esa calidad de vida que me quitaba la endometriosis se podía paliar. La verdad que funcionó bastante bien, aunque también es verdad que mi estrés se había calmado, el caso es que fui a mejor.

Ahora tocaba ir a por el siguiente paso, los problemas para quedar embarazada, esa frase que me martilleaba constantemente.

jueves, 14 de mayo de 2015

¡HOLA MUNDO!

Lo primero de todo pedir perdón por los fallos que puedan haber en este sitio y los que pueda tener yo, es la primer vez que hago esto (acepto recomendaciones jeje)

La idea de este blog es poder contar las cosas que me han pasado hasta llegar aquí, hasta el mundo de la reproducción asistida, hasta la infertilidad. Lo hago por mí para desahogarme y lo hago por todas aquellas personas que están pasando o pasarán lo mismo que yo, para que sepan que no están solas y que hay mucha gente dispuesta a ayudar.

También me gustaría desde aquí lanzar un mensaje a las familias y amigos: permitirme aconsejaros que indaguéis un poco sobre el tema, sobre cómo funciona este mundo y sobre cómo nos llega a afectar emocionalmente, las que pasamos por esto os necesitamos al cien por cien.

A mí me ayudan, me animan y me apoyan, desde aquí gracias a todas las personas que sabiéndolo o sin saberlo lo hacen, gracias.

¿Te quedas y me lees?

Agradecería que dejaras tu comentario.