jueves, 21 de mayo de 2015

A por las consultas en el hospital

Antes de empezar a hablar sobre las consultas de fertilidad en el hospital me gustaría aclarar algo sobre el torrente de emociones y sentimientos descritos en mis anteriores entradas. Y es que me olvidé de sacar algo positivo de todo aquello, cosa de la que me hizo darme cuenta mi Gran Madre con su hermoso comentario "pero tú siempre dices que hay que intentar sacar siempre lo positivo, ¿no?". Y que también le debo a mi Gran Jefe Indio (jau) por tirar siempre de mí, hacerme ver la vida con ojos más bonitos y conseguir hacerme mejor persona.
Y lo positivo que quiero destacar es que no ha sido fácil llegar hasta el punto que nos encontramos ahora (a las puertas de nuestra primera FIV), pero todo este tiempo atrás que hemos deseado ser padres sin conseguirlo, nos ha servido para poder pensar mejor. Poder pensar acerca de la paternidad responsable y consciente, desear todavía más tener un hijo (o varios jeje) porque tenemos mucho que dar a ese Mini-Indio. Poder "cultivarnos" sobre el modelo educativo que nos gustaría proporcionarle. Poder soñarlo.
Y sobre todo, nos ha unido todavía más si cabe como pareja. Cosa que sigue pasando.

Febrero de 2015
Como ya conté, en Diciembre de 2014 nos derivaron a la Unidad de Fertilidad del Hospital Vega Baja. No tardaron mucho, a principios de Febrero de 2015 tuvimos nuestra primera consulta en la cual explicas tu caso, el tiempo que llevas buscando, te hacen preguntas sobre operaciones, enfermedades, alergias, etc. El ginecólogo que nos tocó ( doctor E) nos cayó muy bien, nos daba buena impresión. Además era de nuestra edad y nos hablaba de tu a tu (vamos sin esa frialdad de yo a este lado de la mesa y tu ahí al otro), era bastante cercano y nos vino muy bien. Bueno pues, después de contarle y de que el doctor E nos dijese "pues vamos a ver si encontramos dónde está el problema y si necesitáis una ayudita" me hizo una ecografía vaginal, nos dijo que no creía que mi endometriosis fueses una verdadera endometriosis, otra vez había disminuido de tamaño; también dijo algo acerca de unos folículos pero como si hablase en chino el chico. Nos mandó a mí una analítica completa, la famosa analítica del tercer día del ciclo; y a mi Indio un análisis de sangre general y un seminograma. Nos dio cita para Abril, que desesperante tener que esperar pero bueno, tampoco era mucho.

De allí salí un poco rara, por un lado ya estábamos en el lío, pronto sabríamos qué pasaba por fin. Pero por otro, no sé, como que se hacía más latente que había problemas, una cosa es pensar que puedes tener problemas y otra bastante distinta es verlo venir de frente. Además, si lo que nos iba a causar problemas era mi endometriosis y ahora resultaba que no era lo que desde hacía muchos años nos decían que era, ¿qué era entonces lo que no nos dejaba ser padres?. Indio estaba contento con esa noticia por mi bienestar, pero yo no paraba de formularme esa pregunta.
Pero bien, era un paso más hacia nuestro Mini-Indio.

Decidimos que lo contaríamos a nuestras familias, esto iba para largo y entre otras cosas (no-endometriosis inclusive), para que una de las India-Abuelas dejase de ponerse nerviosa cada vez que el Indio y yo íbamos a su casa en horarios fuera de lo normal para ella, creía que le llevábamos el bombo-notición jijijijiji
También se lo conté a mis chicas de las 3:45, esas que son mi-s hermana-s, así podría gritarlo.

Abril de 2015
Pero poco a poco, antes de ir a consulta...
La espera la llevamos bien, bastante bien. Pero yo empecé a ponerme cada vez más nerviosa a medida que se acercaba el día de consulta, el día en el que nos podían decir cuál era nuestro problema, cuál era la piedra que se había postrado en nuestro camino hacia la paternidad. Y me di cuenta por mi Indio, porque yo no vi que me ponía de mal humor por nada, que estaba irascible, irritable...todo cosas feas, me daba miedo, estaba cagada de miedo.

Y a dos semanas del día D, estando de cafeteo con mis chicas de las 3:45, la única de ellas que quedaba sin niños (sin contarme a mí claro está), me miraba raro, estaba rara y nos anunció su embarazo. Fue muy emocionante porque no nos lo esperábamos ninguna. Lo malo fue llegar a casa, y lo peor cuando mi Indio llegó del trabajo, no pude más y reventé a llorar. Me sentía tan feliz por mi amiga del alma pero tan desdichada al mismo tiempo. Por supuesto que me alegré de la noticia pero, ¿y yo qué? yo llevaba mucho tiempo persiguiendo lo que ella había conseguido a la primera, sin ni siquiera hacerse a la idea. Y encima me miró con pena la pobre. Me vine abajo del todo, me sentía terriblemente mal por envidiar el embarazo de mi amiga, lloraba cada vez que me venía a la mente, y en ese llanto se mezclaba todo: alegría, emoción, nervios acumulados, tristeza, cansancio...
Al día siguiente nos fuimos de escapada los dos solos, ya lo teníamos acordado y ahora me quería ir más que nunca. El camino fue muy silencioso, el nudo que llevaba en la garganta amenazaba con reventar de un momento a otro y mi Indio lo respetó. Una vez habíamos llegado fue cuando lloré y lloré hasta no tener más ganas. Y hablamos de todo, de sentimientos, emociones, temores...
Al regresar pude hablar con mi amiga, no quería ni quiero perdérmelo por nada del mundo!! además, entre una que no se preña y la otra también con sus problemas, como que te empujábamos un poco a probar ya, ¿verdad? Venga ríete que se que lo vas a leer ;) Te chero.

Y por fin llegó el día D, nuestra segunda consulta a Fertilidad, a primera hora de la mañana.
Sinceramente esto es lo que recuerdo que salió por la boca del doctor E: "analítica de Indio bien, seminograma.......bien, todo bien. El problema está contigo India, tus hormonas.......bastante peor de lo que me esperaba tras la ecografía que te hice...........valores muy alterados...........no te voy a decir que es imposible porque luego me llegan casos así y se embarazan............porque con un óvulo bueno es suficiente...............tu expediente lo mando a Valencia a La Fe y si ellos te dicen que no que te lo digan a la cara, porque a mi me la han jugado otras veces y yo lo mando; incluso este número.........lo voy a cambiar por este otro......sin ningún remordimiento. Pero quiero que sepáis que tenéis la opción de la ovodonación, la donación de un óvulo de otra mujer...................." Y aquí ya no me funcionó lo de apretar los dientes e intentar respirar, me derrumbé como nunca antes me había pasado en mi vida. El doctor me dijo que llorase sin problemas, paró de hablar un instante, mi Indio tampoco pudo evitarlo. Y mientras se veía claramente como trocitos de nosotros inundaban el suelo de aquella puta consulta, solo alcanzo a recordar que dijo algo más sobre la donación "la genética sólo sirve para el parecido físico y para la transmisión de enfermedades" "sólo es una célula, tu sangre se mezclará con la suya, crecerá gracias a ti, lo gestarás tú, lo parirás tú y lo amamantarás tú"
Después sólo le pude preguntar que por qué me pasaba aquello, me dijo que no lo sabía y que me iba a mandar otra analítica, un cariotipo, para intentar ver de dónde provenía. Además, como yo ya tenía hecha una prueba genética, el doctor E quiso verla y saber de qué trataba, así que la semana siguiente volveríamos a la misma hora sin cita ni nada.

Al salir de allí no podía pensar ni mucho menos hablar. Mi Indio me ayudó a salir de aquel hospital y me llevó a uno de los sitios que más me gustan de este mundo, a la playa. Una vez allí, lo lloramos, lo hablamos. Él intentó animarme con todas sus fuerzas, sus charlas siempre me habían hecho mucho bien, pero mi mente iba muy muy rápido y no paraba de repetirme "donación de óvulos". Me dijo que me tomase mi tiempo pero que, por favor, no me rindiese, que sólo había sido un "pequeño contratiempo". Y mi Indio sabe que si él me lo dice, yo me lo creo. Wannabi ebo meibi Amore, y mucho.

4 comentarios:

  1. hola india!!! que duro es todo esto, tantas pruebas, ilusiones , esperanzas. me hiciste recordar cuando supe que no podia tener hijos que tristeza infinita, lleva tiempo asimilarlo, por suerte tenes a tu indio a tu lado para sostenerte, te deseo lo mejor , te leo, beso

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    1. Gracias Mmaria Laura. Duro no, durísimo, pero bueno nos toca aprender a vivir con ello para poder enfrentarnos y luchar. No sé que haría sin mi Indio...
      Un abrazo

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  2. Respecto a los embarazos ajenos decirte que es como un plaga maldita. Parece que justo te pones a buscar y todo Dios se queda preñao casi al primer intento mientras tú eres la única que no lo consigues. Y te frustras y lloras en silencio pensando en la suerte que tienen y en lo desgraciadita que eres tú ¿a quien no le ha pasado? creo que a todas las mujeres infértiles.
    Yo recuerdo que al principio me daba hasta rabia y no era que no me alegrara por ellas pero mi pena interior no me permitia alegrarme como era debido pero afortunadamente...con el tiempo aprendes a encajar y sobrellevar esas noticias.

    Y por último... darte todos los ánimos del mundo para sobrellevar este duro golpe y decirte que he leído blogs de mujeres increíbles que tras la ovodonación han conseguido su sueño como el blog de Rath (piruletaypatatona) o el de Hannah (un paseo hasta australia) entre otros muchos que quizás puedan ayudarte y aclararte dudas. Un fuerte abrazo.

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    1. Pues sí bonita, poco a poco aprendes a encajar todo mejor, supongo que se puede ver como una parte más del proceso.
      Gracias por esos ánimos y las recomendaciones ;)
      Otro fuerte abrazo para ti

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