viernes, 29 de mayo de 2015

¿Qué más puede pasar? Segundo round

Y eso hicimos, acudir a la consulta que teníamos con el doctor C aquella misma tarde del 27 de abril.

No fui ilusionada, no fui con ganas, no me podía quitar de la cabeza el dichoso numerito de mi antimulleriana, 0.06, era como si lo tuviese tatuado en mi mente, en mi corazón. Y mi cabeza no paraba de repetirme: ovodonación, ovodonación, ovodonación... como si quisiera decirme que esa sería mi única opción para ser madre ¡para ya, por favor que me haces daño! Hoy en día no lo veo igual, ni mucho menos, pero después de tantos golpes que llevábamos y tan rápidos el concepto de la ovodonación se me clavaba en el alma como si fuesen puñales recién afilados. Y dolía mucho.

Después de las palabras telefónicas del doctor C a mi Indio: "esto está peor de lo que yo pensaba", yo creía que él también se pondría a hablarnos de la ovodonación pero, para mi sorpresa, y después de volvernos a repetir lo chungo que lo ponía todo mi analítica hormonal, empezó a abrirnos expediente tomándonos datos y demás, sólo se interrumpió para decirnos "porque me habéis dicho que lo queréis intentar", como intentando ver que seguíamos dispuestos. Mi Indio se aferraba a las palabras "no, imposible no es" como a la vida misma.

Nos explicó cosas acerca del tratamiento, en qué consistía, los primeros pasos, etc. Le dije que estaba tomando ácido fólico pero que en aquellos momentos se suponía que estaba descansando y me dio un par de cajas de muestra de "Seidivid", que aparte de llevar ácido fólico también lleva inositol. Empecé a tomar esos sobres aquella misma noche.

También nos explicó que tendría que hacerme una prueba rutinaria antes de empezar para ver la permeabilidad de mi canal uterino, o lo que es lo mismo, comprobar si hay paso desde mi vagina a mi útero. Se tienen que asegurar antes de que llegue el día de hacerte la transferencia embrionaria sino imaginaos el caos que se podría montar.
¿Tienes la vejiga llena? Ala pues pasa para adentro y... ¡joer! ¿¡ya!? ¡Pero si estoy con la regla! y así acabé otra vez despatarragá en un potro de esos.
Aclaraciones: lo de la vejiga llena es porque digamos, que es porque ésta hace presión y el útero se queda más en línea, con menos curva y con lo cual, con el acceso más fácil. Y lo de la regla también mejor, ya que cuando estas con la susodicha tienes los bajos más dilatados.

El doctor la llamó "prueba de la cánula" y consistía en introducirme vaginalmente una cánula de silicona para ver si había paso y observarlo con la cámara. Pues vaya, sí que podía pasar algo más. El buen hombre por más que lo intentaba no encontraba paso, tenía un stop a unos dos centímetros. Vi como la cara de mi Indio cambiaba de color, como se rompía otro poco más.
Nos dijo que cambiaría a una cánula todavía de menos grosor a ver si había suerte y nada. Yo empecé a marearme del intenso dolor y la incomodidad de que te estén "trasteando" los bajos, me quitó la imagen de la pantalla que yo tenía delante (cosa que me daba lo mismo, ya no podía mirar, sólo podía concentrarme en respirar para aliviar aquello). Resultado: nada, que no pasa.
Tras recuperarme del mareo por los dolores nos dijo que debería hacerme una histeroscopia, pero que él no me la haría:
Motivo 1: no me iba a sacar la pasta ya que en el hospital me la podrían hacer.
Motivo 2: su histeroscopio (o máquina de tortura) estaba más anticuado que el del hospital. Cosa que yo intuí como "te voy a hacer un daño que ta cagas".
Nos explicó cómo funcionaba la histeroscopia en el hospital: era otra especie de cánula pero más fina y al mismo tiempo iba introduciendo agua como a presión por el conducto, por lo que si mi obstrucción se debía a una pequeña adherencia, seguramente sería eliminada mediante la misma prueba.

Punto a favor, dos días después, el 29 de abril, tenía que ir al hospital a recoger en la consulta de mi gine E el consentimiento de dirección del hospital para hacerme un cariotipo (analítica de sangre para ver si mi diagnóstico de fallo ovárico precoz era por causas genéticas), analítica que me harían el mismo día también. Así que el doctor C me dio una nota para entregar a mi gine E en la que le decía por qué tenía que hacerme la histero. Otro punto a favor, habían trabajado juntos en ese hospital.

Al salir de la clínica mi Indio no se podía creer que nos siguiesen echando piedras en nuestro camino pero yo, ni frío ni calor, quitando el dolor y la molestia no sentía nada, estaba demasiado bloqueada.

El 29 de abril fui otra vez a la puerta de la consulta de fertilidad del hospital sin cita. Las enfermeras ya me saludaban con confianza y me llamaban por mi nombre jijiji, una de ellas me dijo que en seguida me sacaba mis papeles para entregar en ventanilla para la extracción de sangre y le dije que traía una nota para el doctor, Se la dí y me hizo esperar "no te vayas que en acabar con la pareja que hay dentro entras tú". Pues para darme cita para la dichosa prueba, pensé.
Cuando entré mi gine E se puso a leer la nota y a hablar en voz alta consigo mismo, sólo pude pillar: "es que yo mañana ya no estoy aquí que me tocan consultas en Orihuela" "voy a ver si estará tal día tal persona"... Me preguntó si me habían sacado sangre ya a lo que le contesté que todavía no. Me dijo que fuese a que me sacasen y que volviese otra vez allí en acabar. Y eso hice. Otra vez en la puerta de su consulta, sale la enfermera y me dice que me está esperando arriba. ¿Arriba para qué? Arriba, en planta para hacerte la histero. Le dijo a una doctora que iba para la misma zona que yo que si me podía acompañar (la reconocí, era la que esperaba que en un año volviese a consulta a decirle que estaba embarazada). Yo calladita la seguí, me indicó dónde debía esperar y que saldrían a llamarme.

Llamé corriendo a mi Indio y le puse al día. Acordamos que se quedaría en el trabajo ya que no creíamos que llegase a tiempo y que lo llamaría en salir.
Al cabo de un rato salió a llamarme mi querido gine E, entré a una salita. a parte de mi gine había otra chica con él, le dijo que yo era paciente del doctor C y la chica lo ensalzó en halagos. Les dije que estaba casi al final de la regla y me dijeron que eso era estupendo (claro para ti, porque oiga si no da gusto que te estén trajinando por los bajos imagínate con el plus de la regla).
La odisea sólo duró unos 10-15 minutos, era muy muy molesta y dolorosa aunque no tanto como la otra vez. Costó un poco pero todo fue bien. Mi gine E escribió una nota para mi gine C explicando el resultado. El doctor me deseo suerte, me volvió a decir que allí estaba en lo que pudiese ayudar, me dio un abrazo y así se despidió de mí.

Salí del hospital con unos andares un poco raros y es que iba soltando todo el agua que me habían introducido. Dolorida llamé a mi Indio y le conté todo, le dije que me tumbaría un rato en el coche y si no me encontraba bien le llamaría para que fuese a por mí.
Me encontraba medio bien pero de repente creí que no llegaría hasta mi coche, los dolores se hicieron más agudos, dolor de ovarios, dolor de riñones, mareos, ganas de vomitar, ganas de ir al baño a evacuar por todos los sitios evacuables... menos mal que sólo duró unos diez minutos. Me recosté en el asiento de mi coche, me recompuse y pude llegar a casa sana y salva.
Yo fui sola por casualidad pero, si vuelve a haber una próxima vez no se me volverá a ocurrir.

La charla que tuvimos aquella tarde cuando mi Indio llegó a casa es de las que jamás olvidaré. Él estaba muy triste y decaído y es que, en dos semanas nos había cambiado la vida de una manera increíble. Nos dieron un gran palo con las primeras noticias acerca de mi infertilidad pero nos terminaron de machacar con los resultados de mis hormonas. Pero no sólo era eso, él estaba sufriendo por como estaba yo, por como me veía.
Y es que, después de las primeras noticias, él no hizo más que animarme, mimarme y amarme. Me decía que lo teníamos que llorar para conseguir ponernos fuertes y coger al toro por los cuernos, para poder empezar a gastar nuestros cartuchos, él intentó impregnarme de optimismo y sé que es porque así lo sentía. Y me hizo sentirme destrozada pero FUERTE para empezar a luchar.
Pero al llegar la segunda tanda de malas noticias se sintió culpable porque pensó que al haberme animado, al haberme hecho levantarme del suelo la caída había sido peor.
A lo que no me cansé de repetirle que él era culpable de que yo no llegase a tocar fondo del todo: si estoy en el suelo y no me llegas a levantar para que me vuelva a caer ¿de dónde me hubiese caído?¿a dónde hubiese caído? Todo habría sido peor amor.
Me dijo que esta vez me daría más tiempo para recuperarme pero, que nos teníamos que recuperar. Me dijo que esta vez no sería tan "flower power" pero me pidió que luchara una vez.
LUCHA UNA VEZ, por ti, por nosotros, por nuestro futuro.
Claro que estaba hundida pero no, no estaba dispuesta a luchar una vez, no una sola vez.
Lucharíamos una vez tras otra, no me pidas que me ilusione pero vamos a luchar.

Eso fue lo que les transmití a mis seres queridos y es que no quería las típicas frases de esperanza, los ya verás como todo llega, ya verás como sale bien, mira lanosequién, paciencia, hay otras opciones, etc. No necesitaba (NO NECESITO) absurdos comentarios de ánimo ni soluciones que a mí no me valían, solo necesitaba (NECESITO) que me acompañasen,, que me dijesen "vaya putada" y llorasen conmigo. Todo lo demás hacía desatar mi ira y me frustraba.

"LO IMPOSIBLE SOLO TARDA UN POCO MAS EN LLEGAR"



6 comentarios:

  1. Admiro vuestra fuerza y tesón. A nosotros cuando nos comunicaron que no podíamos tener hijos biológicos se nos cayó la casa encima, y la frase que has puesto al final también la tuvimos muy presente. De hecho la colgué en mi blog cuando pasó todo, salvo que la modifiqué diciendo: "Lo imposible no existe, sólo tarda un poco más".
    Mucho ánimo.

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    1. Gracias Roberto, no es fácil pero es lo que nos ha tocado. Y es que todo tu mundo se te pone patas arriba como tu dices. Yo pensaba que me costaría más asimilarlo para poder empezar a luchar pero ha sido todo muy rápido y ya estamos en nuestro primer tratamiento para FIV.
      No sé en qué momento te encuentras ya que todavía no he tenido tiempo para pasarme por tu blog pero creo que estas viviendo un embarazo burocrático no? mucho ánimo y energía positiva!!!!

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  2. Hola! Aquí tienes una compañera de fatigas para lo que necesites. La infertilidad es una putada como una catedral pero no va a poder con nosotras ;-)

    Un abrazo y a por todas pareja!

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  3. Muchas gracias "compañera" y mucho animo que ya te queda menos!!
    Otro gran abrazo!!
    Pd: y tu te enrollabas no? ;) jijijiji

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  4. Bueno, pues justo eso es lo que yo me he hartado de decir, que ´solo necesito que me digan "qué putada" y me acompañen a saltar baches. Te entiendo tanto..! Pero también te digo que en este camino he descubierto que hay muchas opciones, y que serás mamá. Vamos a por esa FIV y a por las que hagan falta!!

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    1. Ains si es que es tan difícil a veces... si se ponen muy optimistas me lleno de ira, si se ponen pesimistas también. Gracias Mamá Jones!!!! si nos ha tocado luchar pues a luchar se ha dicho.
      Un gran abrazo

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